jueves, 24 de abril de 2014

RECUERDOS DE LA GUERRA: MUNIESA


Le digo a mi abuela Gregoria que me cuente cosas sobre la guerra que ella recuerde y me dice: “¡Uf!, han pasado tantos años… ¿Y para qué quieres eso, si todo fue muy malo, muy malo?” Le explico que quiero hacer un trabajo que nos ha mandado la profesora de Historia… y no me contesta. Al día siguiente mi padre le dice, pero ¿le vas a contar algo al chico sobre la guerra…? “No me gusta, le estoy dando vueltas desde ayer  pero si tanto interés tiene, le contaré lo que recuerde…”
Y me contó: “Yo tenía 11 años. Estábamos en la era trillando a primeros de agosto y todos los hombres estaban pendientes de lo que podía pasar. Comentaban que un grupo de milicianos de la CNT y anarquistas y presos que habían soltado de la cárcel de Barcelona se acercaban a Muniesa desde Oliete. Los hombres de Muniesa habían preparado un parapeto con carros en el Valdeolite para no dejarlos pasar. Cuando llegaron hubo tiroteos y varios muertos. Los hombres de Muniesa que pudieron se escaparon del pueblo y muchos se escondieron en las casas, pajares, parideras… Algunos fueron descubiertos y fusilados en la puerta del cementerio, o en el Reguero… 
Parece que esté oyendo los gritos de algunos… Prendieron fuego a la iglesia, quemaron el altar mayor que era muy bonito de columnas retorcidas y con todos los santos de todos los altares hicieron una hoguera en el centro de la iglesia. Todo quedó  arrasado…. y convertido en cenizas…
En Muniesa se creó un Comité comunista que controló la vida del pueblo, mandó fusilar a algunos hombres, otros fueron enviados a trabajar como obreros forzosos para hacer  la carretera de Moneva a las Ventas de Muniesa, entre ellos tu bisabuelo-paterno Ángel. Las tierras y los ganados hubo que entregarlos a la Colectividad. A algunas chicas se les puso el nombre de Libertad que después se cambiaron… En la primavera del 37 un centenar de mujeres y niños fueron evacuados a distintos pueblos de Huesca. Entre ellos se encontraban tu bisabuela-paterna María, tu abuelo Ángel que entonces tendría 12 años y sus hermanos que eran más pequeños. Ellos estuvieron en Estopiñan y volvieron cuando Muniesa pasó otra vez al bando nacional. Todo fue un desastre… Nos quedamos sin nada y la mayoría de las familias rotas… Lo que hace falta es que no vuelva a ocurrir nada parecido otra vez”.
 
Al día siguiente, sin decirle nadie nada, me dijo: “También recuerdo que a veces venía la aviación a bombardear, les llamaban las pavas, y todos a escondernos. Algunos murieron por culpa de las bombas que lanzaban. A la madre del Chacho, (un pariente) que estaba tendiendo la ropa en Santa Bárbara, la mató una bomba y él se quedó con un par de añicos.
En la torre de la iglesia había dos campanas grandes, una se llamaba María y la otra Lorenza. Las tiraron y al caer hicieron unos pozos en la calle. Se las llevaron para fundirlas.
Mi madre tenía en casa a dos milicianos para dormir. El uno era tratable y cariñoso pero el otro tenía una cara de malo… que a mí me daba miedo.
Una temporada estuvimos medio pueblo viviendo en la Cueva Roya que está cerca del Pantano de Oliete…”
Gracias, abuela, por estos recuerdos.

Ángel Luis Sanz Villarroya 4ºA

No hay comentarios:

Publicar un comentario