miércoles, 31 de enero de 2018
martes, 30 de enero de 2018
NO QUEREMOS UN DÍA DE LA PAZ
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| María Escuin y Verónica Asensio en el taller |
El día 27 de enero se convocó al alumnado del instituto para participar en un taller de estampación con motivo del día internacional de la Paz. A las 6 de la tarde acudieron alguna de las mejores alumnas para colaborar, y de paso divertirse, en la elaboración de sellos diversos con la palabra paz y proceder después a estamparlos en cada uno de los días del año que acabamos de empezar. Porque los queremos todos.
Además, nuestro Reglamento de Régimen Interno se inicia con la siguiente frase:
"El respeto al derecho ajeno es la paz"
jueves, 18 de enero de 2018
MADRID: ARTE Y ELECTRÓNICA
El pasado martes, día 16, hemos compartido autobús e ilusión alumnos de 1º y 2º de Grado Superior de Robótica, de Historia del Arte y de Dibujo Técnico de 2º de Bachillerato.
Un itinerario ha recorrido el recientemente renovado Museo Arqueológico Nacional donde nos esperaban viejos conocidos, para continuar con el recorrido urbanístico por los cinco premios Pritzker de la zona: Moneo, Herzog, Meuron, Nouvel y, por la tarde, Norman Foster en la Fundación Telefónica.
miércoles, 17 de enero de 2018
¡RODANDO!
Los alumnos (Paula, Andrea, Alba, Ricardo, Pablo, Gema, Javier y Esther) están rodando un cortometraje en la asignatura de PII para enviarlo al festival de Cine y Salud. El plazo de
preinscripción finaliza el viernes día 2 de febrero, y deben mandarlo antes del viernes, 23 de febrero. Si les seleccionan el vídeo, después de difundirse online, se proyectará el sábado 14 de abril en Zaragoza, y tendrán que ir a presentarlo.
Podéis consultar más información en el travelín de chomón:
A continuación, os dejamos algunas fotos del pasado lunes en el que se ve a los chicos grabando. ¡Desde aquí queremos desearos mucha suerte!
lunes, 15 de enero de 2018
EL ADN
Los alumnos de 4º de ESO B han construido unas maquetas de la estructura
del ADN en la materia de Biología y Geología, así pueden aprender mejor su
estructura y composición antes de pasar a la herencia de los caracteres, la
genética molecular y mendeliana. A continuación mostramos algunas fotos del trabajo y esfuerzo que han llevado a cabo:
La historia de dicha molécula no es ajena a otros valores que desde la
ciencia queremos mostrar a nuestros alumnos, como es la igualdad y la
coeducación. El
25 de abril de 1953 la prestigiosa revista británica Nature publicaba el célebre artículo titulado Una estructura para el ácido
desoxirribonucleico, firmado por James Watson y Francis Crick. Aunque
sólo ocupaba una página, revolucionó el mundo de la ciencia de aquellos años
porque describía la molécula que almacena y transmite la información hereditaria
en todos los organismos vivos, desde las bacterias a los seres humanos. A
partir de esa fecha, los autores del trabajo alcanzaron gran popularidad y
reconocimiento por parte de la comunidad científica. Tan es así que unos años
más tarde, en 1962, fueron recompensados con el más valioso de los galardones,
el Premio Nobel de Medicina y Fisiología. No obstante, pese a tan destacado
éxito, el brillo del triunfo escondía una lamentable intrahistoria de engaños,
enemistades, ambición, afán de protagonismo, y sobre todo, una apreciable dosis
de misoginia y machismo. 
Años más tarde, en
el libro La doble hélice, crónica muy personal del descubrimiento de la
estructura del ADN, James Watson escribió sobre ella que el mejor lugar para
una feminista era el laboratorio de otra persona.
Y todavía unos años más tarde, Francis Crick escribió que, en el King’s College
de Londres, donde Rosalind Franklin trabajaba, había restricciones
muy irritantes –no podía tomar café en la sala de profesores de la facultad
porque estaba reservada para los hombres- pero solo eran trivialidades, o al
menos así me lo parecían entonces. Ya ven, si me
permiten la síntesis, Watson y Crick se referían a Rosalind Franklin como
una “feminista que se quejaba de trivialidades”. Y, sin embargo, su propuesta de estructura del ADN
se basaba en imágenes de esta molécula tomadas con la técnica de difracción de
Rayos X y obtenidas por Rosalind Franklin, quizá, en aquella época, la única
persona del mundo capaz de conseguirlas con una calidad tan extraordinaria. La extraordinaria
calidad como científica de Rosalind Franklin y su participación esencial e
irremplazable en el descubrimiento de la estructura del ADN no fueron
reconocidas y no se le concedió el premio Nobel por dicho descubrimiento. En el mismo número de la revista Nature donde publicaron Watson y Crick,
Rosalind Franklin y su doctorando Raymond Gosling, publicaron un artículo muy
técnico sobre sus fotografías, con la famosa 51. Hay quien ha propuesto
que, para entonces, Rosalind Franklin había llegado a las mismas conclusiones
que Watson y Crick, pero la rapidez de la publicación le impidió proponer su
modelo. En 1951 había escrito que sus resultados sugerían una
estructura helicoidal con 2, 3 o 4 cadenas y con los grupos fosfato hacia el exterior.
Esto lo escribió 16 meses antes del famoso artículo de Watson y Crick.
Años más tarde, en
el libro La doble hélice, crónica muy personal del descubrimiento de la
estructura del ADN, James Watson escribió sobre ella que el mejor lugar para
una feminista era el laboratorio de otra persona.
Y todavía unos años más tarde, Francis Crick escribió que, en el King’s College
de Londres, donde Rosalind Franklin trabajaba, había restricciones
muy irritantes –no podía tomar café en la sala de profesores de la facultad
porque estaba reservada para los hombres- pero solo eran trivialidades, o al
menos así me lo parecían entonces. Ya ven, si me
permiten la síntesis, Watson y Crick se referían a Rosalind Franklin como
una “feminista que se quejaba de trivialidades”. Y, sin embargo, su propuesta de estructura del ADN
se basaba en imágenes de esta molécula tomadas con la técnica de difracción de
Rayos X y obtenidas por Rosalind Franklin, quizá, en aquella época, la única
persona del mundo capaz de conseguirlas con una calidad tan extraordinaria. La extraordinaria
calidad como científica de Rosalind Franklin y su participación esencial e
irremplazable en el descubrimiento de la estructura del ADN no fueron
reconocidas y no se le concedió el premio Nobel por dicho descubrimiento. En el mismo número de la revista Nature donde publicaron Watson y Crick,
Rosalind Franklin y su doctorando Raymond Gosling, publicaron un artículo muy
técnico sobre sus fotografías, con la famosa 51. Hay quien ha propuesto
que, para entonces, Rosalind Franklin había llegado a las mismas conclusiones
que Watson y Crick, pero la rapidez de la publicación le impidió proponer su
modelo. En 1951 había escrito que sus resultados sugerían una
estructura helicoidal con 2, 3 o 4 cadenas y con los grupos fosfato hacia el exterior.
Esto lo escribió 16 meses antes del famoso artículo de Watson y Crick.
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