En
la casa Escriche nos despedimos de Pablo
Monguió, antes también nos habló del personaje que tenemos por nombre en
nuestro Instituto, Segundo de Chomón.
Vivía
cerca de ahí en una calle adyacente, donde existe una placa para que no se nos
olvide y nos dijo que hizo lo contrario que él.
Monguió
era de Cataluña y se pegó aquí media vida, Chomón era de aquí y aparte de París
y Turín, la otra parte la vivió y desarrolló en Barcelona.
Al
terminar vino una compañera suya de la Fundación Bodas de
Isabel, Encarna y nos enseñó los trajes
que se llevaban en cada momento de la historia, para ello nos acercamos
hasta el Centro Social “Los Sitios” a la exposición” Ventanas que marcan época”.
Había fotos de otras fiestas que se hacen en
España tipo la de nuestros Amantes, vimos cómo iban vestidos los maniquís con más o menos telas o pieles según
el dinero que tuvieran, diferenciando a
los más ricos de los pobres.
Nos
sorprendió que antiguamente las mujeres
no llevaban escotes, las faldas hasta los tobillos, la cintura la tenían
muy pequeña, y los hombres llevaban
bombachos, cuello alto en camisas y por
los hombros la coraza si luchaban.
Nos gustó mucho el tocado íbero que había, era como dos moños al lado
de las orejas, al igual que las falleras de ahora o la dama de Elche.
Sofía Olivas
Los burgueses
Lo que más me
impresionó, cuando estuvimos en la Exposición de la Vestimenta, fue ver
cómo vestían los burgueses y me ha gustado tanto, que he buscado información
sobre ello: a finales del siglo XIX era impensable que las mujeres llegasen a
liberarse del corsé, o que un día se pusieran faldas que dejasen ver sus
piernas.
A lo largo de todo el siglo XVIII, la silueta de la mujer
fue moldeada por prendas de ropa interior, como el corsé de cintura hacia
arriba y el guardainfante de cintura hacia abajo. A principios de este siglo la
forma de los guardainfantes era acampanada, pero a medida que las faldas se
fueron ensanchando por razones prácticas este se dividió en dos mitades, a
derecha e izquierda de la falda, lo que hacía más manejable el vestido. Las
formas básicas de las prendas de vestir siguieron siendo las mismas que durante
el siglo anterior, pero dejaron de ser
tan exageradas y los diseños se volvieron más sencillos. Se eliminaron las
mangas de pernil y los hombros ahuecados dieron paso a un mayor volumen en la
zona de la muñeca, las cinturas se estrecharon y las faldas adquirieron más
volumen, efecto conseguido superponiendo varias prendas y disponiendo volantes
horizontalmente. Era a veces de tal magnitud que llegó a resultar un
inconveniente para la movilidad de la mujer y conforme pasaba el tiempo se iban haciendo más modernas las
prendas.
Hasta…hoy
Araceli
Barrull
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