“Pido a vuesas mercedes perdón” por haberme alargado tanto pero aún tengo que mostraros parte de la GASTRONOMÍA ya que las andanzas caballerescas nos han abierto la gazuza y la zona sigue teniendo hoy día los mismos ejes que tantas veces ensalzaron don Quijote y Sancho Panza en sus innumerables aventuras. Así platos como las gachas elaboradas a base de harinas, almortas o harina de trigo, las migas de pastor, los torreznos, el pisto o el asadillo, los asados y calderetas de cordero y atascaburras siguen a la orden del día. Y por supuesto, no os podéis alejar de la Mancha sin probar (sólo de pensar en ellos me ocurre como a los perros de Pavlov) los “duelos y quebrantos”, revuelto de huevo con torreznos de jamón, chorizo y tocino, que aún se sirven en cazuela de barro, y que era el plato que Alonso Quijano acostumbraba a comer los sábados, antes de que se decidiera a seguir la dura vida caballeresca. Hay más alimentos que probar como el famoso queso de Tronchón (Teruel) que D. Quijote también nombra y más rutas que hacer por la Ínsula Barataria aragonesa, pero este puente nos hemos movido por La Mancha, Aragón será otro día en otro futuro.
Disfruta de este fascinante viaje, del conocimiento in situ que vas a adquirir sobre esta estupenda, y no siempre leída, obra de Miguel de Cervantes, saca a la luz ese ramalazo de “quijote” que todos llevamos dentro porque como diría Fernando Pessoa en El libro del desasosiego: “En el viaje lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos.”
Más información… Carmen García Royo
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