Cuando un libro cae en nuestras manos siempre pensamos en qué pensaría su autor para escribirlo, qué lo inspiraría, qué secretos de la vida y de la literatura le apasionan para inspirar cada una de las líneas que conforman su obra.
El pasado 12 de abril compartimos gracias al programa Animación a la lectura un rato verdaderamente animado con el autor Gustavo Martín Garzo, quien con amenidad, sencillez y humanidad nos transmitió su experiencia como escritor, acercándonos a ese maravilloso momento que es la creación literaria.
¿Qué inspira su obra? Pues no es otra cosa que los cuentos, y qué maravilla oírlos de su boca, con esa gracia que sólo quien cree en ellos puede otorgarles; y es cierto que son esas narraciones primigenias el origen de toda nuestra literatura, pero qué difícil es sacarles ese jugo que los hace originales al tiempo que mantienen toda su inocencia. Todos nos sentimos volviendo a nuestra infancia y agradeciendo que esa fuente de folclore popular llegase a nuestras manos o a nuestros oídos ampliando nuestra visión del mundo, enseñandonos a inventar, a vivir juegos y aventuras inspirados en ellos al tiempo que nos preparaban para ser futuros lectores.
Verdaderamente su obra El valle de las gigantas se alimenta del folclore, del mito clásico, de la Biblia, recibiendo todos estos elementos un mismo tratamiento, engarzándose en una historia sencilla, el acceso a la vida adulta, con todos los desafíos que ello supone. Como marco una naturaleza que marca cada una de las narraciones que su pluma nos regala, diferenciándolas, enriqueciéndolas, caracterizando a los personajes que en ellas se ubican. También esa naturaleza nos acerca al arte, a los cuadros prerrafaelistas y a los románticos. Pero también nos acerca a la intraliteratura, literatura dentro de la literatura, sirviendo de marco a esos ensayos de La tempestad de Shakespeare, tal vez la obra de este autor en la que mayor importancia cobra la naturaleza. Todo ello crea un cóctel que mezclado con elementos extraídos de periódicos y de la vida real genera una imagen de totalidad que no te permite abandonar la lectura haciéndote llorar y reír con sus personajes.
Para terminar, cuando se le preguntó cómo se escribe una novela nos dijo con absoluta naturalidad: “Buscad una historia que os apasione, en la que os sintáis implicados y hacedlo lo mejor que podáis”. ¡Ahí es nada!
No hay comentarios:
Publicar un comentario