domingo, 15 de junio de 2014

"Segundo de Chomón" entrevista a ESTEBAN YUSTE

 
Una madre de una alumna de la clase 2º PAB del Instituto  trabaja en la Residencia del Padre Piquer y nos preparó  una visita  para verla por dentro, pero esencialmente para  conocer  a Esteban Yuste y su original Exposición de zapatos en miniatura.
Nos asombró su agilidad mental, su entusiasmo, su creatividad y cómo nos acogió.
Al llegar,  ya nos había reservado un ejemplar del libro que ha escrito,  con una dedicatoria dirigida al Instituto y nos contestó amabilísimamente a cuantas preguntas le realizamos en una entrevista- coloquio.
Señor Esteban. ¡Buenos días!
Si le parece bien llevamos una grabadora y le vamos a preguntar algunos detalles que nos gustaría conocer más de usted.
¿De qué pueblo o ciudad  es?
Nací en Albarracín pero  viví en Cella y luego en Santa Eulalia porque estuve trabajando en la fábrica de la Azucarera.
¿Con cuántos años empezó  a hacer zapatos?
Desde que  me jubilé, a los 65 años y ahora voy a hacer 92.
¿Cómo se le ocurrió hacer estos zapatos tan originales y creativos?
Como no hacía nada y  no podía estar quieto, recuperando mis habilidades de antes  me puse a elaborarlos casi como una distracción.
¿Se ha planteado  venderlos  o  solo  para exponerlos?
Vender,  no vendo ninguno y eso que no hace mucho me ofrecían  3 millones de pesetas (18.000 euros) por una parte de mi colección.
Algunos, los regalo a familiares o amigos.
¿Hace más cosas en miniatura o solo zapatos?
Sí, hago más cosas, hago sillas de pinzas, cacharritos para los viseros de cuerdas, pero podría realizar  cualquier modelo que me dijeran.
¿Quién le enseñó a  fabricarlos?
Nadie, estos zapatos han salido de mi cabeza, están todos hechos a mano  y  es una cosa que no está vista.
¿En qué se inspiró?
En escaparates y en modelos que he visto por ahí  pero  luego  yo, de  esos, he sacado mis modelos inventados y diferentes.
¿Antes a qué se dedicaba?
Trabajaba de “churrero” con mis padres que regentaban un bar en donde se tomaba principalmente churros , pero  cuando me casé me puse un taller  para confeccionar  yo  los zapatos a medida, aunque  como no se ganaba  demasiado, pasé a arreglarlos  y repararlos , y ahí,  en un pequeño taller en la calle del Clavel he estado siempre  hasta que me llegó la edad de la jubilación.
¿Cuánto tiempo le cuesta  confeccionar  un par de estos zapatos de la Exposición?
No se sabe, hay que hacerlo a ratos perdidos porque eso no se puede hacer en un día o en dos, va por turnos. Estoy a la vez con varios y no sabría decir  cuánto tiempo exactamente  cuesta.
¿De qué material están hechos?
De todo, de tela, de pieles, de adornos varios como perlicas, pasamanería, lentejuelas, y otros mil detalles que dan un acabado al zapato tan majico.
¿De todos ellos  cuál le gusta más?
Todos, como son cada uno distinto y  son hechos por mí,  no paro de mirarlos.
¿Está contento en la Residencia Padre Piquer que es donde vive actualmente?
Estoy muy contento y que me dure muchos años…
¿Cómo se organiza aquí el día?
Pues pasándolo bien, yendo al taller viniendo del taller, porque los tengo allí  ya que  prefiero trabajar la mayoría del tiempo en ese lugar y así  no ensuciar  por aquí. Aunque en la Residencia  termino los detalles y los retoco.
¿Qué hace por la mañana desde que se  levanta?
Desayunar, a las once voy a misa, después me voy a casa, cuando acabó de comer me voy al taller, aunque  todos los días no, algunos.
Aquí estoy muy a gusto y me siento vivo.
Muchas gracias, señor Esteban, por dedicarnos este tiempo y muchísimas felicidades por este magnífico trabajo que es pura artesanía y sobre todo por habernos hecho partícipes de él  y tener  la suerte de contemplarlo junto al autor, que es usted.
No nos extrañó que estuviera encantado allí, porque a continuación la Directora, Pilar, nos enseñó  la Residencia con su biblioteca y sala de leer, de TV, las habitaciones, el comedor…y era todo muy  luminoso  y soleado.
Nos  despedimos de  ella  y de Esteban Yuste diciéndole que era  un modelo a seguir para todas las personas mayores, para que se den cuenta de cómo se puede vivir con ilusión,  y lo bueno de tener  una afición  para  vivirla tan intensamente como él.

                                                                                                       Laura Martín y Cristina Navarrete

                                                                                                         2º ESO PAB

No hay comentarios:

Publicar un comentario