He elegido el cuadro de ''Muchacha en la ventana'' de Salvador Dalí. En este cuadro aparece su hermana Ana María con 17 años (un año mayor que yo), bajita, con grandes gastrocnemios, morena de pelo, etc. (se podría decir que tengo un gran parecido con ella en esos aspectos). Está asomada a la ventana contemplando la playa que veían desde su apartamento durante las vacaciones. Al estar de espaldas nos introduce en el cuadro y cualquiera podemos sentirnos identificados con ella, ha sido esto lo que me ha conducido a querer representar este cuadro. Resulta que mi tía tiene al final de unas escaleras en su casa este cuadro y aunque hace mucho que no visito esa casa, de pequeña, siempre que bajaba esas escaleras me daba la impresión de que allí no había un cuadro, sino que había una ventana, y esa sensación me gustaba. Además, también me hacía pensar que detrás de esa supuesta ventana estaba la playa, es decir, me creaba la sensación de estar dentro del cuadro como ya he dicho y sobre todo una sensación de libertad, de amplitud, no de la verdadera presencia de un muro.
Después de esto, modifiqué en mi cabeza el significado de esta imagen: el mar que ahí vemos es un obstáculo para llegar al otro lado, nuestro lado está compuesto por nuestra civilización urbanizada y dominada por la construcción mientras que en el otro lado se encuentra el lado natural, el rural, el tranquilo. La muchacha está asomada a la ventana, de espaldas a nuestro lado en el que estamos cada uno de nosotros, añorando lo natural, lo puro, lo real, nuestra Tierra tal y como es, no con unas capas de cemento que la esconden y no nos permiten verla ni disfrutarla tal y como es.
Así cada uno de nosotros podemos sentirnos identificados, pues ella nos invita a abrir los ojos, ver la verdadera Tierra y añorar su verdad, su naturalidad, dejando atrás este mundo nuevo que hemos creado. El mar, el obstáculo, somos nosotros mismos en conjunto, nuestra sociedad, que solo vemos el progreso en la industrialización abandonando y olvidando la importancia que tiene el mantenimiento del planeta Tierra o al menos, su cuidado y disfrute, pues todos estamos sumergidos bajo la industrialización. El velero que hay en el mar, solo, representaría a la poca gente que todavía hoy en día, vive sin necesitar la industrialización para realizar su día a día o lucha para conseguirlo.
Y por último, el cielo, gris, oscuro que aparenta tormenta, nos crea sensación de miedo, pues nos asusta y eso nos impide el intentar cambiar de lado, pues nuestra vida tal y como la conocemos se complicaría: es difícil navegar con tormenta.
Gloria Chulilla (4ºB)
Trabajo sobre reinterpretación del Arte a través de la fotografía en clase de Historia.
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