OFICIOS
Trapos en los balcones de leño azul. Hay algo
Que recuerda el silencio de oro de las colmenas.
Se labora moviendo a los labios apenas.
¿Durango, Azcoitia, Luno? Viven, triunfan las manos,
Tejiendo cuerda, urdiendo la sandalia de aldeanos,
La alpargata…
Pasó por diversos momentos personales difíciles, propios también de la situación política. Participó como periodista en la prensa local (Euskadi, El Nervión, El Liberal, El Pueblo Vasco) pero, a veces, se sentía perdido en el oleaje. “Náufrago del oleaje de dos lenguas tremendas y sutiles, en una trágica lírica vasco española, flor, luz, rara de bilbaíno progresista retrógrado, férreo liberal, carlista comunista, católico anticristista”. Así ve Juan Ramón Jiménez a Basterra, lleno de paradojas, nadando en su particular naufragio. “No conozco poesía rejional”, dice JRJ, “de lucha más honda con el español”. Basterra –náufrago de la lengua- aunque se encuentre en Bucarest, en Roma o en Caracas, escribe desde Bilbao, “desde los límites de la latinidad”, según Juaristi. Basterra –náufrago de nacimiento- llega muy tarde para inscribirse en la generación de su maestro Unamuno (la del 98) y demasiado pronto para engancharse en la del 27.
Pero el peor naufragio de Basterra, el que le llevará al abismo, es la locura, la enfermedad que condiciona su vida, muriendo muy joven.
El último 18 de octubre, el movimiento Social Republicano realizó un acto en su honor “idei eta balentri bat, aberriko” (De la patria, una idea y una hazaña).
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