Mientras que algunos recogían ya sus cosas, otros seguían atentos las explicaciones del profesor; se acercaba ya la hora de salida que tanto alumnos como profesores esperaban.

Se abrían las puertas y los pasillos se llenaban de gente con una misma dirección, que era la puerta principal.
Los de cursos superiores bajaban las escaleras y en ellas se unían a los cursos menos avanzados, haciendo así más grande la multitud de personas, creando un gran ruido formado por diversas conversaciones y dificultando el paso.
Entre empujones, gritos de los más pequeños, saludos entre amigos que se juntaban después de las clases y profesores que trataban de esquivar a los alumnos, así salíamos todos, entre Adidas, vaqueros y sudaderas de Pull and Bear.
Sara Lucia Plumed (4ºA)
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