Cuando comenzó la Guerra Civil mi abuelo tenía 15 años. La primera repercusión negativa de la guerra en el pueblo de Aguilar de Alfambra fue la entrada de los republicanos al pueblo. Éstos se llevaron los santos de la iglesia y los quemaron junto al río. Posteriormente quemaron el edificio de la iglesia, el resto de ermitas del pueblo y los archivos parroquiales y municipales. A partir de este momento los nacionales del pueblo sufrieron duras repercusiones. Todos ellos estuvieron encerrados en la escuela y a muchos de ellos se les dieron palizas. Uno de los afectados fue mi bisabuelo al que aparte de pegarle tuvo que dar doce ovejas y 100 duros. Esta situación se repitió con muchos vecinos del pueblo por lo que el pueblo se quedó sin animales.
En la guerra, la Casa Muñoz protagonizó numerosos acontecimeintos. En ella se estableció la cárcel, el hospital, el Comité, posteriormente la iglesia y, por último, la ocuparon los nacionales. Junto a Santa Catalina se hizo un campo de aviación que levantó gran expectación en la población. Según cuenta mi abuelo en una ocasión todo el pueblo fue para ver el aterrizaje de un comandante al campo. Lo que más le sorprendió a la gente fue ver que el motor tenía tres balas y que, tras un arreglo y unas pruebas, el comandante volvió a combatir.
Laura Najes Pérez (4º B)
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