jueves, 26 de enero de 2012

NUEVO SOL

Ariadna se asomó a la ventana, la abrió y se acodó en el alféizar. Dejó que el sol matutino bañara la piel de su cara, joven con algún rasgo de acné, cerró los ojos y respiró hondo. En ese instante, tomó conciencia de que aún iba con el pijama (de chaqueta y manga larga, azul con rayas rojas verticales), y las zapatillas de estar por casa puestos. Hizo la cama y bostezando descendió las escaleras de camino a la cocina. Empezó a hacerse el colacao mientras intentaba ordenar sus pensamientos, que en aquel momento estaban más mezclados que un cocktail de frutos secos a la japonesa. Sólo recordaba que había tenido un mal sueño...
Susana Montesinos

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