Durante este curso se han plantado numerosos árboles en el entorno del instituto. Los que ocupan los taludes de las pistas están para sujetar un terrero de relleno fácilmente erosionable como se hace ya evidente. Son suelos arcillosos y no muy ricos, aunque al otro lado tenemos unos hermosos almendros y un bosquecillo de pinos de repoblación.
Como demostración de que la vegetación también puede adaptarse a terrenos duros como este está la transformación de los alrededores de Teruel, especialmente los en otro momento pelados Mansuetos como vemos en la foto de los años 40 que figura arriba. Hoy un manto verde lo cubre, de pequeño desarrollo pero verde al fin y al cabo, desafiando las duras condicones.
Si ellos pudieron, nosotros también.
Gracias a todos los que lo han hecho posible y a los que colaborarán en el futuro.
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