Mi bisabuelo Antonio estuvo en la guerra. Él tenía metralla en la pierna por la que estuvo mucho tiempo ingresado y murió con ella.
Era peluquero y se encargaba de llevar la munición a los de la primera fila. En un principio no tenía que ir a la mili porque era excedente de cupo, pero cuando estalló la guerra los reclutaron a todos.
Un día se mitió en una zanja a refugiarse de los tiros, se durmió y cuando se levantó tenía a su alrededor a todos sus compañeros muertos.
Mi abuelo, cuando era niño, con sus amigos se metían con linternas a investigar en las zanjas, en las que se escondían los soldados de la aviación. Él recuerda que los puentes de Puertollano estaban vigilados por soldados moros y que la mayoría de las personas eran pobres y comían sardinas de cuba, con la cabeza y todos sus órganos.
Un día los republicanos pusieron una bandera en un monte muy alto, estaba rodeada de bombas y era trampa para llamar la atención a los civiles.
Sergio Albertos (4º B)
Fotografías del Muletón de Andrés Gorbe (4º C)
Fotografías del Muletón de Andrés Gorbe (4º C)
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