El pasado miércoles 5 de marzo,
los alumnos de Segundo de Bachillerato del I.E.S. Segundo de Chomón viajamos a
Madrid. Lo hicimos dos grupos: aquellos que eligieron el itinerario de
Geografía, y los que decidimos el de
Historia del Arte (los que cursamos tal asignatura y los alumnos de Proyecto de Investigación
Integrado, pues compartimos profesora)
El programa a seguir durante esa
mañana fue el siguiente: 1º) Visita guiada Obras
Maestras en el Museo del Prado 2º) Visita a la Real Academia de Bellas
Artes de San Fernando 3º) Visita al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
En el Museo del Prado fue donde pudimos
aplicar y conocer de primera mano lo aprendido en clase. Fue, quizás, la parte
más interesante el viaje ya que siempre parece que se ve con otros ojos aquello
que ya conoces o de lo que estás documentado. Recorrimos las galerías orientados
por un guía que nos conducía hacia las denominadas Obras Maestras del museo. Éstas se nos fueron expuestas en orden
cronológico, de tal manera que pudimos observar las influencias que unos
artistas dejaron a otros, pues el arte no sería nada sin su historia.
El primer óleo que vimos -y digo
óleo porque en este caso es de especial
importancia la utilización de esta técnica- fue el Descendimiento de Van der Weyden. Con tan solo un golpe de vista
supimos identificar bajo que estilo se realizó, en qué lugar, cuando… Es un
claro ejemplo de una obra de uno de los
pintores más sobresalientes de la pintura flamenca del siglo XV. La tracería con la que son decorados los
marcos de la pintura nos señalan el estilo predominante en Europa en el momento
de su realización, el Gótico. Sin embargo, aunque ya sabíamos gracias a lo
estudiado en clase que gracias a la nueva técnica del óleo los pintores
pudieron alcanzar un enorme detallismo, nunca te llegas a imaginar hasta que lo
observas en persona que se pueda plasmar tal grado de minuciosidad: cada uno de
los hilos de las vestimentas, las arrugas de los rostros, las lágrimas… Los
colores vivos son otro de los aspectos que es imposible que pase desapercibido:
por su viveza, su variedad cromática…
Después llegamos a la sala en la
que se encuentra el famoso Jardín de las
Delicias, obra de un artista que se nos dijo en clase que era un fuera de
serie, único, un autor aparte de los demás… El Bosco. Y sí, tal afirmación se
queda corta cuando ves alguna de sus pinturas. En todas ellas demuestra tener
una imaginación como ninguno que, como nos informo el guía, dejó su influencia
que autores de épocas mucho más avanzadas (en Dalí por ejemplo). Se nos explicó
la simbología de esta obra mientras nos perdíamos en la multitud de detalles,
incontables, con los que no podríamos haber entretenido más que un buen rato.
Seguimos avanzando, hasta
alcanzar las obras del Quattrocento.
Pertenecientes a este periodo vimos por ejemplo la Anunciación de Fra Angélico, donde observamos todavía la influencia
del Gótico Internacional, pues es una de las primeras obras renacentistas:
predominio de la arquitectura, no dominio total de la perspectiva… Otras
manifestaciones renacentistas que pudimos ver fueron: el Tránsito de la Virgen de Mantegna (como ejemplo de perspectiva
lineal y de la que nos sorprendió su reducido tamaño), de Antonello da Messina
el Cristo muerto sostenido por un ángel
…
También vimos algunas muestras de
pintura del Cinquecento, aunque no
muy detenidamente, El Cardenal de
Rafael o la famosa copia de La Gioconda
realizada por un discípulo de Da Vinci y de la que se conoció no hace mucho que fue
pintada a la vez que la original. Donde sí nos detuvimos más atentamente fue en
las salas en las que se exponen muchos de los mejores ejemplos de la Escuela Veneciana: El emperador Carlos V, a
caballo, Mühlberg y Dánae recibiendo
la lluvia de Tiziano; El lavatorio
de Tintoretto; obras también de Veronés… A través de éstas pudimos observar los
rasgos que hacen únicos a la pintura de Venecia y que tanto influyeron en
estilos posteriores: se comienza a percibir la atmósfera representada,
demostración de alegría, el sfumato,
el destacadísimo rojo veneciano…
Algún ejemplo de pintura
manierista, que comenzó a romper con las estéticas más clasicistas del
Renacimiento y a dar pie al estilo del Barroco como: Madonna del cuello largo de Parmigianino.
El estilo tenebrista y los
fuertes planos de luz y sombra fuertemente contrastados que consiguió
Caravaggio a través de muestras como David
con la cabeza de Goliat tampoco se nos escaparon. Por su puesto la gran
influencia que esta estética, junto a la representación del realismo sin grado
alguno de idealización, tuvo en otros artistas era observable en multitud de
obras como San Andrés de José Ribera,
Arquímedes de este mismo autor…
Pintura Flamenca: El Duque de Lerma y Las tres gracias de Rubens. Ejemplos de pintura francesa del
s.XVII: Embarco en Ostia de santa Paula
Romana de Claudio de Lorena o Paisaje
con tres hombres de Nicolas Poussín.
Sin embargo, el mayor asombro
llegó al ver Las meninas de Velázquez
porque: el aire parece haberse logrado representar en esa pintura, la
personalidad de los personajes es captada, la pincelada enormemente suelta
empleada que al alejarse desaparece y se sustituye por el detallismo… Otras
obras de este autor cumbre de la pintura universal que también pudimos ver:
retrato ecuestre de Felipe IV y del Conde duque de Olivares entre otras.
A Velázquez le siguió, por
último, la obra de Goya y en concreto La familia de Carlos IV, a través de la cual
conocimos la personalidad de los borbones, el homenaje que Goya da con este
cuadro a Veláquez… Pero lo más importante es que nos sirvió de preparativo para
lo que la semana próxima al viaje daríamos en clase.
Nada más salir del Museo del Prado nos
dirigimos a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, con el objetivo
de conocer el trabajo de uno de los artistas más importantes de la actualidad,
Bill Viola. Resultó al menos llamativo la facilidad con la que se encontraban
integradas las obras del neyorquino con las de sus antepasados; una exposición
muy acertada en mi opinión y que nos dio a ver el continuo avance al que está
sometido el arte.
Por último, nos dirigimos al Museo Reina
Sofía, donde conocimos los artistas y principales obras que estudiaremos a lo
largo de este trimestre. Pintores como Dalí, Monet, Picasso o escultores como
Pablo Gargallo fueron algunos de los artistas de los que pudimos conocer sus
trabajos.
Alfonso González Féliz de Vargas (2º BCS)
Buenísimos los dos artículos sobre el viaje. ¡Felicidades!
ResponderEliminarEs como un cuaderno de bitácora paso a paso del día 5 de marzo.
Vas leyendo. y es como si estuvieras leyendo y viendo el arte " in situ"
Lo que muestra también la buena explicación y orientación que por parte de vuestra profesora tuvisteis.