El joven Basilio Bustamante Aguilera estudia en el IES Segundo de Chomón (Teruel) el segundo
curso de grado medio del ciclo formativo de Instalaciones de telecomunicación.
Es originario de Chile y un gran
aficionado al rugby.
¿Desde cuándo juegas a rugby?
Empecé a jugar a los quince años porque tenía muchos amigos que ya lo
practicaban desde hacía tiempo y decidí
probar este deporte. Ya había ensayado otros, como el fútbol, pero yo era demasiado bestia.
¿Qué te animó a jugar?
Me animó un amigo mío que llevaba mucho tiempo insistiéndome, y como
soy un chico que tiene que estar siempre en movimiento, pues decidí apuntarme.
¿Cuántas entrenas veces por semana?
Ahora tengo dos entrenamientos por semana, pero cuando iba
con la selección aragonesa tenía tres.
¿En qué consisten los entrenamientos?
La mayoría consisten en hacer piñas con los compañeros y…
bueno, en el rugby tienes que confiar en los compañeros porque es un juego de
familia. La confianza es básica.
¿Has estado en algún equipo profesional?
He estado con la selección aragonesa y he tenido algún
entrenamiento con la selección española; también fui al campeonato de España
con la selección aragonesa y, aunque no fue muy bien, sí que saqué muchas
buenas cosas.
¿Qué sentiste la primera vez que jugaste un partido?
La primera vez que jugué tenía, como ya he dicho, quince
años y no era muy alto (bueno, ahora tampoco) y había chicos de Valencia que
era altísimo. La primera sensación que tuve fue
de que ‘me iban a matar’, pero cuando estás allí sacas los instintos,
que parece que no, pero sí, siempre
están ahí. Después de acabar el partido sí que te sientes como si te hubiese
pasado por encima un camión de cinco toneladas,
pero a pesar de ser un novato salió todo
bien.
¿En qué posición juegas?
En principio llevaba
tres años jugando de cadete, pero como ahora tengo ya los dieciocho empecé mi
temporada senior y he estado jugando en
la línea con los chicos que más corren. Después he estado de primer centro, de
segundo centro, de ala… y todavía estoy buscado mi posición.
¿Has tenido alguna lesión importante que te haya impedido
jugar?
Lesión importante, lo que se dice importante solo he tenido
una, que fue un luxación de la clavícula. Son cosas de oficio… Y en el último
partido tuve una lesión en el dedo meñique que aún me dura.
¿La posición en la que juegas es peligrosa?
La posición en la que juego con los senior no es de las más
peligrosas; sí que era peligrosa la posición con los cadetes, pues era la que
mayor riesgo entrañaba.
¿Dónde empezaste a jugar?
Empecé a jugar en aquí en Teruel, comenzando a realizar partidos de pretemporada, partidos con la liga,
y con la copa, en la que quedamos cuartos de los siete equipos
competidores que participábamos; además
en la liga llevamos haciendo una buena temporada.
¿Tienes algún partido próximamente?
Tengo un partido el próximo mes, que es el del comienzo de
la liga. Jugaremos contra el Fénix en Zaragoza. Estoy bastante ilusionado, ya
que es mi primera liga como senior, y también por ver lo que puedo hacer por el
equipo.
¿Tu familia te apoya en tu afición?
Al principio no entendían por qué veía en televisión partidos en los que un jugador de ciento veinte kilos placaba a otro. Mi familia creía que iba a pegarme con la gente, pero luego mi
padre fue viniendo a los entrenamientos
y se dio cuenta de que más que pegarnos es un desorden controlado, osea, que es
como la guerra pero sin armas. En un partido tenemos que estar todos juntos y guardar
mucho respeto hacia nuestros adversarios. Aunque a mi madre sigue sin hacerle
mucha gracia el rugby, mi padre al final lo acabó entendiendo, y ahora es el
fan número uno del equipo.
Autoras de la entrevista: Perla Frías
Ramírez y Alba Barrios Moh
Alumnas de 3ºESO del
IES Segundo de Chomón (Teruel)
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