Este trimestre hemos recibido la visita de la escritora Begoña Oro para hablarnos del libro Croquetas y wasaps que con los grupos de 2º de la ESO hemos leído en clase.
Recogemos en esta entrada un resumen de lo que se habló en el encuentro utilizando fragmentos de las valoraciones de los participantes. No hemos querido excluir aquellas críticas no favorables, que también las hay, aunque muy pocas, porque entendemos que debe ser así cuando ejercitamos nuestro juicio en libertad.
En cuanto al procesamiento de las valoraciones, tenemos que decir que las hemos hecho a la manera tradicional: notas extraídas a boli y en papel, y sin el apoyo de los últimos avances en inteligencia artificial (AI) o Big Data, por lo que pedimos disculpas si alguien no se siente en absoluto representado en esta valoración colectiva. Hemos intentado incluir de alguna manera a todas.
Nos quedamos con algunas metáforas y su explicación: las croquetas (Unai) “ que llevan tiempo pero valen la pena”; frente a los wasaps (Lucas) “que se hacen sin pensar, como lo que me gusta mucho y lo quiero ya”; el “libro de luz que sacó de la maleta” que “nos asegura que encontraremos algún día un libro que nos gustará un montón”; los dibujos “que no acabó la abuela de Clara porque murió” y “los pudieron acabar sus seres queridos” y nos enseña “que siempre podemos recordar a las personas que mueren porque dejan alguna cosa importante por acabar” y que “cuando muere alguien siempre dejará un recuerdo a las otras personas”.
Algunos nos fuimos sorprendidos porque se aprecia que “cuesta un montón escribir un libro” y pese a que había “bajas expectativas después de leerme el libro, la escritora supo sacar la charla a flote perfectamente contando datos curiosos sobre sus novelas y anécdotas sobre su profesión” y aunque “la escritora era muy de ciudad, y defendió mucho su libro” nos quedó claro “que es un buen libro para nuestra edad y hemos aprendido a apreciar lo que tenemos y podemos perder”. También llamó la atención la dificultad que entraña “ sacar el libro en otros países” porque “ no solo hay que traducir a otras lenguas, como la que nos enseñó del alemán” sino también traducir a otras culturas aun en el mismo idioma “como en México croquetas no se puede utilizar porque es comida para perros, se cambió todo el título por 104 formas de autoengañarse”.
Hemos podido ver también cómo las historias pueden entretejerse, alargarse y nacer unas de otras, así en “la parte que nos explicó que algunos personajes de Croquetas y wasaps los sacó de otro libro, Pomelo y limón, y aunque parecía que no se iba a sacar más de ese libro”, ... “ el personaje de Clara pasó de ser secundario a principal”. También discutimos sobre el arduo aspecto del final de una historia y cómo los escritores se plantean avanzar de distintas maneras al crear la trama: “nos explicó que hay escritores brújula, como ella, que aunque saben donde tienen que ir, cambian cosas antes de que lleguen al final y escritores google map que se saben el camino paso a paso y no se salen nada, nada hasta el final ”. También creó interés el cuento del “pato y el niño que contaban cada uno lo mismo pero de forma muy diferente” en el que aprendimos sobre el narrador y el punto de vista porque “ depende de quién cuente la historia, se contará de una manera o de otra, porque cada uno tiene su versión”.
En fin, para algunas personas del público fue un “día muy especial porque aprendí cosas de la escritora, de la vida y de la literatura” aunque para otras “ fue aburrido y enredaba demasiado” y Clara, la protagonista, no pasó de ser “una típica protagonista cliché de esas de Wattpad”. Para otras la “maleta fue muy divertida porque llevaba muchas cosas sobre los libros” para otras “faltó un poco más de interactividad”.
Para nosotros, como profes, valoramos mucho el compartir un buen rato con una gran escritora, hablando de literatura, y hemos podido apreciar en los comentarios del alumnado, todos interesantes y variopintos, que ahora comprenden un poco mejor el misterioso acto de la escritura de ficción, y que eso, quizás, les ayude a leer un poco más y mejor, y quién sabe, a animarse a crear en un futuro. Nuestro agradecimiento a Begoña y a la editorial SM.