En el día de antes de ayer, concretamente el día 8 de Marzo, tuvimos la suerte de poder realizar un viaje a una ciudad tan bonita como es Madrid.
El madrugar mereció la pena. La primera toma de contacto con el museo de El Prado al llegar a Madrid, fue espectacular. Este gran edificio con unas columnas enormes que sujetaban a éste, mostraban una gran monumentalidad, elegancia… Por fuera era precioso, pero por dentro era todavía más. Tuvimos la suerte de poder conocer muchos de los cuadros que habíamos estudiado en clase, para mí el más sorprendente por muy especial que sea el cuadro de Las Meninas, fue el primer cuadro que vimos “El Descendimiento”, usa una técnica totalmente realista, con grandiosidad…
La sensación que tenía cada vez que reconocía un cuadro y sabía cosas sobre él me llenaba de satisfacción, fue una visita exprés pero sin duda maravillosa.
Siguiente parada, Caixa Forum, edificio chocante y a la vez mágico, con esa sensación que daba de estar por los aires y ese jardín en la pared, muy original.
Para finalizar la ruta de la mañana, visitamos el Museo de Bellas Artes, el cual también tenía cuadros a la vez que esculturas u otros elementos muy interesantes. Después de un descanso para comer, para finalizar este viaje, visita a Telefónica, nos sumergimos en un edificio para aparcar un poco los cuadros y aprender a ver el arte de otra forma. Una visita interesante acompañada de una experiencia tridimensional que tuve la suerte de poder experimentar. Una vez nos dirigimos al bus, las calles se comenzaron a llenar de mujeres dispuestas a luchar en contra de la violencia de género, a luchar por una sociedad mejor. El ambiente era mágico, con esos edificios, la gente…
Desde luego fue un día muy completo. Gracias Mariaje, por organizarlo y hacer que apreciemos mucho mejor el arte.
ANA LIZANDRA
El viaje a Madrid fue increíble, ya no solo por todo lo que vimos, ya que teníamos muchas ganas de conocer el museo del Prado ahora que sabemos más, sino por la ciudad en sí, yo nunca había estado en Madrid y las calles y avenidas por las que andamos me encantaron, mucho mejores aún de lo que pensaba o de lo que había visto en fotos. Al irnos nos quedamos con ganas de más, pues no vimos ni una pequeña parte de lo que se puede disfrutar en Madrid, y eso me da mucha rabia, me hubiera encantado ver el Parque del Retiro, el museo botánico y el Palacio Real. También vimos solo una pequeña parte del Museo del Prado, pero el poco rato que estuvimos, me gustó mucho por poder ver los cuadros originales que hemos estudiado, está claro que ganan vistos así, impactan no solo por el tamaño de algunos, sino por la calidad y por ser los cuadros que son, y al ser originales, también resulta emocionante pensar que estás mirando el mismo lienzo que esos artistas trabajaron y las mismas pinturas que ellos mismos tocaron.
San Fernando también me gustó, pero después de haber estado en el Prado nos sabía a poco. Además, lo vimos un poco rápido, porque me pasó que con muchos cuadros pensé: luego paso otra vez y lo miro mejor. Pero luego me enredé en otras salas y ya no tuve tiempo de mirar ese cuadro.
En la Fundación Telefónica me pareció muy interesante todo lo que nos contaron, sobre todo lo del edificio y lo de Houdini, lo último de los teléfonos era más típico, un tema más tratado.
Además, las exposiciones de Houdini y del artista argentino Leandro Erlich me gustaron mucho, se hacían amenas y tenían partes impactantes como la obra de los países dentro de las urnas, la parte espiritista de Houdini, y los lugares donde estaban la camisa de fuerza, las fotos de Houdini o los carteles de sus películas.
INÉS DOLZ
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