En mi pueblo, Cella, había una mujer que vivía al lado de mi abuela, se llamaba Balbina, tenía 18 años y pertenecía a una conocida familia de izquierdas.
La historia comienza así: una noche, al principio de la Guerra Civil, un joven llamó a la puerta de esta familia, era su pretendiente. Le advirtió de que esa misma noche iban a ir a buscarla para hacerla presa; ella huyó junto a dos hombres mayores de la zona del pueblo, cruzó un río, montes... hasta que llegó a la zona de los republicanos. Una vez acabada la contienda regresó al pueblo donde se casó y tuvo hijos. La posguerra no era fácil para los derrotados y tuvo que emigrar a francia donde sus hijos pudieron estudiar y prosperar. Uno de sus hijos llegó a ser decano de la Universidad de París.
Pasados los años, ella regresó a España ya viuda. Le contó a mi abuela que nunca pudo agradecer a ese pretendiente que esa noche le salvara la vida porque los primeros años de la guerra temió que tomaran represalias contra él por haber ayudado a una roja.
Andrea Gómez Jordán (4ºB)
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