
Es que estamos en crisis.
Carmen García
Borges no era matemático. Sin embargo al leer sus cuentos uno tiene la sensación (y la gratificación cuando finalmente sucede), de estar descifrando un teorema. Uno lee una frase tras otra, y empieza a sospechar que esto no basta, que cada una es una pieza de una estructura mayor, de un dibujo que se esconde y sólo se revelará parcialmente al final, y un poco más la segunda lectura, y un poco más la tercera...



Por si no vives por esta zona, ahí está nuestro futuro.