sábado, 26 de marzo de 2022

MICRORRELATOS GANADORES EN EL VI CONCURSO DE LA BIBLIOTECA DEL CHOMÓN

 Ya se han decidido quiénes son los tres ganadores del VI Concurso de Microrrelatos organizado por la biblioteca del IES Segundo de Chomón. ¡Enhorabuena a los premiados!

De izquierda a derecha, Manuel Villegas, Laura Alonso y Gustavo Disla, ganadores del concurso de Microrrelatos, en el momento de recibir el premio, consistente en un diploma y un vale por valor de 50 euros.


Categoría A

SIN SALIDA

¡Catapún! ¡Pun!, se escuchó al fondo de la biblioteca… Desperté desorientada. Estaba allí, en el origen del mundo. No sé cuánto tiempo llevaba en el instituto, pero ya era de noche. No había nadie. Mi familia estaría preocupada si no volvía pronto, así que fui hacia la puerta. No se abría. El pánico me invadió. Seguí intentándolo, pero una fuerza me empujó. Desapareció. Tragué saliva y me levanté con el cuerpo temblando. Justo después oí una voz. Me preguntó si me iba con ella. No contesté. Eché a correr dentro del espacio. Vi una ventana. La abrí, pero no podía salir. De pronto, oí coches de policía. Me alegré. Entraron fácilmente. Me pregunté cómo. Cogieron un cuerpo lleno de sangre. ¡Era el mío! Entonces comprendí que había muerto y supe que me quedaría allí durante toda la eternidad.

Laura Alonso Gómez 
(alumna de 2º ESO/A)


 

Categoría B

ESCRIBIÓ EL MUERTO, ENGAÑÁNDOSE

¡Catapún! ¡Pun!, se escuchó al fondo de la biblioteca… Las miradas se perdían en la búsqueda del sonido que captaron sus oídos perdidos. Todos dentro de sus mentes estaban impactados, nos revisamos el cuerpo; nos observamos uno a otros, y no me encontré en aquel, porque muchos estaban ensimismados en ellos mismos.

En solo fracciones de segundo sonó una alarma. Con cierta dificultad y miedo, nos dirigimos a la puerta. Las mismas escaleras de siempre ahora parecían infinitas, cada escalón costaba un aliento y las miradas de ellos aterraban.

Al llegar abajo, todos asustados, vimos humo. Las palabras sobraban, las miradas no escaseaban, todos teníamos miedo. En ese momento la respiración era un lujo, porque el tiempo decidió detenerse en ese instante para toda la vida. Lo único que se escuchó, casi como una melodía de tregua, fue un llanto leve y constante. En ese momento supe que todavía vivía.

Gustavo Disla Del Orbe 
(alumno del ciclo formativo de Informática DAM1)
 


Categoría C

LUCHA DE IDEAS

¡Catapún! ¡Pun! Se escuchó al fondo de la biblioteca caer dos libros de la estantería donde la sección de Astrología y Religión. Me pareció ver que uno de los dos golpeaba al otro como si quisiera arrebatarle con agresividad todas las palabras que aquel contenía. El otro, sorprendentemente, se las entregaba todas en un gesto altruista. El primero parecía comportarse como un lobo feroz y el segundo como un perro que se compadeciera al pasar junto a otro perro muerto. Luego comprobé que el primero había caído del sitio de la estantería donde están los autores de la letra H y el segundo de los de la letra R.

Manuel Villegas Palma 
(profesor de Filosofía)

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