viernes, 18 de junio de 2010

UNA MAÑANA EN EL MUSEO


Desde la sombra. Una visión del arte turolense, hoy.

Impresiones

Cuando entras allí es mejor no pensar, porque todo aquello a lo que le intentas hallar el sentido, te desconcierta. No encuentras relación entre título y obra sólo con pensar. Cuando entras debes centrarte en sentir; las sensaciones que sobrecogen tus sentidos cuando miras esas obras son toda la explicación que necesitas.

Paseas por esas salas inundadas de magia, de certezas profundas, de secretos escondidos, paseas con el alma abierta, llenándote de todo ello. Aprecias cada detalle y sabes que hasta la más mínima pincelada está cuidada por su autor, observas que con sólo moverse un centímetro todo podría derrumbarse.

Retornas a tus más antiguos orígenes, una composición de imágenes que te obliga a preguntarte qué será lo que aquellos seres custodian; un cuadro que no sabes cómo ha podido hacerse o desde qué punto debe mirarse; la simetría del cuerpo con cada uno de sus músculos en tensión; la mirada de otros que te invitan a formar parte de la pintura, que con cada pincelada se definen y se desdibujan; un soplo de viento cuya fuerza sería capaz de arrancarte del suelo, que con pasión te sujeta; las fotos que definen una vida, una personalidad y unos sueños; los caminos entrecruzados que nuestros destinos atraviesan; realidades que perduran en el tiempo y que han contemplado las formas de vivir; paisajes que sólo los sueños son capaces de dibujar; la desdibujada cotidianidad de aquello que necesita leerse, escucharse y observarse para ser comprendido, y que pese a ello desconcierta; líneas que con colores van mostrándote el avance del tiempo y la creación de la obra; estructuras de pueblos escondidos; las siluetas de envolturas que se abandonan para conseguir proseguir nuestros caminos e intentar superar los muros; o el equilibrio en su estado puro que se barre a sí mismo.

Entras allí desnudo y vacío, el objetivo es ir llenándote poco a poco de todo lo que percibes, de hallar nuevas perspectivas, nuevos puntos de vista, poco a poco vas hallándote a ti mismo con los retales que cada artista va dejando en cada una de sus obras. Tus ojos se abren con cada paso que das, y descubres que hay un mundo detrás de cada detalle. Sales de allí sobrecogido, con un remolino de ideas en la cabeza, el regulador de imaginación saturado y dándote cuenta de la profundidad y complejidad del mundo que nos rodea y que ignoramos en nuestra vida cotidiana.

Inés Gil Torras (4º A)

2 comentarios:

  1. INS: me ha encantado tu artículo, es estupendo, creo que vas para escritora. un beso T.

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  2. Inés el comentario es muy bueno me ha gustado mucho, realmente eres genial, sigue a si........sensacional....(T.M.N)

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